Si hay algo cierto es que para tener éxito con un blog hay que trabajar mucho y mimarlo como si fuera nuestro hijo.

1. No lo abandones, él nunca lo haría: Imagínate que tienes un Tamagotchi, la popular mascota virtual de la década de los 90. Hay que alimentarlo, asearlo, darle mimitos, con tu blog has de hacer lo mismo. Alimentarlo publicando frecuentemente, asearlo cuidando la estructura y la apariencia  y mimarlo compartiendo su información en redes sociales.
2. Convierte a las redes sociales en sus mejores amigas: Aunque no publiques todos los días en tu bitácora, si que puedes compartir muchas cosas en las redes sociales. Preocúpate por tu comunidad, comparte lo que publican, comenta, ofréceles tu ayuda, regálales me gusta y retwittea. También puedes aprovechar para compartir información, vídeos, fotos o todo aquello que consideres interesante y útil para tus seguidores.
3. Maquíllalo para que esté guapo y elegante: Utiliza bonitas imágenes para acompañar la información que publiques. También puedes incluir vídeos que aporten información complementaria o pongan un toque humorístico. Que no se te olvide nunca usar el corrector ortográfico. Un buen consejo es escribir el post en Word y después pasarlo a tu blog. Las faltas de ortografía distraen, generan ruido y dan muy mala imagen. Es normal que se te pase alguna, pero no permitas que esa sea la tónica dominante.
4. Hazlo amigable: Permite que tus visitas puedan dejar comentarios. Además, debes ponerles las cosas fáciles para que puedan hacerlo. Existen plugins que permiten que los comentarios lleguen a través de Facebook. Lo peor que puedes hacer es obligarles a rellenar infinitas casillas de datos para poder publicar.
5. Que sea buen anfitrión: No hay nada peor que, que te hagan perder el tiempo. Por esto tu blog debe ser entendido al primer vistazo. Ofrece un menú de navegación sencillo e intuitivo, un botón de búsqueda, que se vean las etiquetas. Otra cosa a tener en cuenta es que existen muchas personas con problemas de visión. Facilítales la lectura utilizando un tipo de letra legible y con un tamaño que no sea muy pequeño.
6. Que sea detallista: Recuerda las citas y las fechas importantes. Nos gusta que nos saluden y que nos feliciten, así que aprovecha los días señalados para hacer algo especial.
7. Acuérdate de los hermanos: Es importante comentar en los blogs de otros blogueros, crear lazos de amistad y compartir los enlaces de otros, siempre van a enriquecer lo que tú aportes. No los veas como rivales o competencia.
8. Que sea gentil: Si tus usuarios se ponen en contacto contigo vía email o comentarios respóndeles. Ignorar las peticiones de tus fans, sobre todo cuando tienes una duda, puede ser motivo para que una visita no vuelva más. No cuesta nada resolver una pequeña duda, dar las gracias o reconocer que no puedes ayudar a alguien en un determinado tema. Responde siempre.
9. Demuestra que tiene vida propia: Participa en webinarios, Hangouts, conferencias, seminarios, debates, foros. Dale vida, relaciónate y demuestra que existes. No está nada mal eso de salir fuera de la pantalla del ordenador y hablar en primera persona.
10. No permitas que tu blog se sienta solo: Dale la máxima visibilidad. Crea una firma y ponla en todos los emails que envíes. Si tienes una empresa nombra tu blog en tarjetas, facturas, flyers… Que se entere todo el mundo de que existe.
11. Búscate un compañero: Mantener un blog en solitario es un trabajo muy duro, por esto, si alguien te ofrece su colaboración acéptala. Eso sí, recuerda que eres tú el que manda y el que pone las reglas. No está demás establecer una línea editorial y que se respete para el buen funcionamiento de la bitácora.
12. Ámalo: Cree en él, respétalo y hazlo crecer. Solo así conseguirás que los demás también se impliquen en tu trabajo. Los que tenemos un blog lo cuidamos como si fuera nuestro bebé y nos sentimos muy orgullosos con cada pasito que da. Debes conocer el campo en el que te mueves y lo más importante, elige lo que verdaderamente te guste, solo así conseguirás poner en él toda la pasión que un blog necesita para crecer fuerte y sano.

Vía: El código Gutenberg