El mundo digital en el que vivimos ha potenciado de forma bastante notoria todos los valores intangibles con los que cuentan las marcas. Estas son mucho más que los productos o servicios que ofrecen.
Con las redes sociales actualmente posicionadas como grandes fuentes de información para el consumidor, la reputación de marca en estas plataformas tiene un impacto que bien merece ser tenido en cuenta.
Si la imagen que proyecta nuestra marca en redes sociales es mala, no cabe duda de que los usuarios van a dejarnos a un lado. Y más si tenemos en cuenta que cada vez son más las personas que recurren a las opiniones vertidas en las redes sociales no sólo para tomar decisiones de compra, sino para formarse un juicio antes de emitir el suyo propio.
El poder de las redes sociales está más que claro. Motivo más que suficiente para que cuidemos nuestras estrategias en estas plataformas. Cada una de ellas tiene sus propias particularidades por lo que no podemos publicar los mismos contenidos en todas.
Hay que escuchar al usuario y saber qué nos demanda en cada momento. De lo contrario, el ostracismo es la única de las opciones que podemos contemplar.
Para evitarle esta situación hoy queremos señalar los cuatro grandes fallos que están provocando grandes quebraderos de cabeza a las marcas en redes sociales.
Desde Adweek recogen estas malas prácticas que parece mentira que sigan existiendo a día de hoy. Trampas en las que muchas veces caemos sin darnos cuenta pero que esperamos preste más atención después de leer esta noticia.
1. Puede que esté siendo demasiado agresivo
Debemos cuidar mucho el tono con el que trasladamos nuestros mensajes y opiniones en las redes sociales. Ser demasiado agresivo no sólo alejará a los usuarios sino que dañará su reputación de marca.
No base sus contenidos en estas plataformas únicamente en ventas y promociones. Tómese su tiempo para desarrollar una estrategia que le permita hacer deseable su marca a través del intercambio de contenidos con el usuario.
Se trata única y exclusivamente de ofrecer un valor proporcionando al usuario lo que realmente nos está demandando.
2. No haga caso omiso de las quejas
Tiene que comenzar a ver las quejas de los usuarios como una oportunidad para mejorar y no como algo negativo. Nunca deje un comentario negativo, sugerencia o queja sin respuesta. Es vital interactuar con los usuarios y escucharles.
No apostar por estas prácticas puede hacer que lo que le parecen unas simples quejas que puede omitir acaben generando una crisis de reputación de marca.
3. No hacer un seguimiento de su marca
Según un reciente estudio elaborado por Brandwatch, el 96% de las personas que hablan sobre marcas en el entorno online no siguen los perfiles de estas en redes sociales.
A esto sumamos los resultados del informe realizado por RadiumOne: más del 67% lo hace en apps, foros e incluso correos electrónicos. Unos espacios que no nos son reportados por las herramientas de análisis.
La única solución pasa por tener un miembro en nuestro equipo que complemente los resultados de las citadas herramientas. Su tarea principal debe ser el seguimiento de las alertas en Google, discusiones que sobre la marca de producen en internet y las búsquedas manuales.
4. Tardar mucho en responder
Vivimos en la era de la inmediatez y las redes sociales son el mejor ejemplo. Una reciente encuesta elaborada por Oracle señala que el 71% de los usuarios que recibieron una respuesta rápida de las marcas en internet, son más propensos a recomendarlas.
¿Va a continuar dejando pasar el necesario momento de responder?
Vía: Marketing Directo