En esto de las redes sociales a veces nos dejamos llevar por los números y no vemos que hay algo más importante que los números. ¿De qué te sirve tener 1000 nuevos en tu lista de seguidores? Lo más seguro es que estos usuarios no interactúen contigo y no contribuyan a difundir tu mensaje. ¡Lo más seguro es que ni siquiera sean reales! Así que vamos a cambiar el chip: necesitamos seguidores de calidad. Seguidores que interactúen con nosotros, que nos ofrezcan un feedback útil para seguir optimizando nuestra estrategia de marketing. ¿Cómo convertimos cantidad en calidad? Muy fácil, sólo tienes que seguir los siguientes consejos:
1.- Tu biografía es la primera impresión. La primera impresión es la que cuenta, así que no conviene desperdiciarla, por tanto merece la pena dedicar un rato a revisar nuestra biografía para que actúe como gancho del usuario. Hemos dicho que queremos personas en nuestra lista de seguidores así pues, vamos a mostrarnos como personas. Para ello debes tener en cuenta varias cosas:
- Fotos. Utiliza como foto de perfil una fotografía real, de esta forma humanizas tu marca. A nadie le gusta hablar con un logo. Aprovecha el fondo de la página de Twitter para poner el logotipo de tu empresa. Si consigues aunar persona + logo mucho mejor, porque además estarás estableciendo una relación entre los dos elementos.
- Datos reales. Aprovecha los dos campos proporcionados por Twitter: nombre y nombre de usuario. En el primero de ellos, nombre, utiliza tu nombre real. Utiliza el segundo para explotar tu creatividad. ¡Ojo! No te olvides que la longitud de un tweet es de 140 caracteres.
- Ubicación. Todos venimos de algún sitio, añádelo. Te humanizarás y a los usuarios les será más fácil conectar contigo. En las redes sociales todo gira en torno a las relaciones, y las relaciones se establecen entre personas. Por eso hacemos tanto hincapié en estos aspectos.
- URL de tu sitio web. Aprovecha que los usuarios ya están en tu biografía para añadir la dirección de tu sitio web. Dicen que la curiosidad mató al gato 😉
- 160 caracteres. Éste es el espacio que tienes en la biografía, explótalos al máximo: añade otro sitio web, el perfil de otra red social, una llamada a la acción o tu último producto. No pierdas la oportunidad.
2.- Comunícate. El ser humano es social, y por tanto tiene la necesidad de comunicarse, para ello aprovecha todas las herramientas a su alcance: texto, voz, arte… Y ahora las redes sociales han aumentado las formas de comunicarse, ya no sólo por la variedad de redes sociales, sino por la variedad de herramientas que hay en cada una. Facebook tiene estados, eventos, fotos, vídeos, páginas, grupos… ¿Cuáles son las formas de comunicarse en Twitter? Menciones con tu nombre de usuario, RTs, DMs, que alguien mencione tu marca. Las tres primeras pueden controlarse a través de Twitter bien a través de la sección “Conecta” o de tu bandeja de mensajes. Para la última necesitarás alguna herramienta de monitorización social. Muy bien, sabes qué buscar y cómo buscarlo. Ahora, ¿Cómo te comunicas?
- Contesta y da las gracias por los retuits. Es de bien nacido ser agradecido, dice el refrán.
- Cuando alguien te mencione entra en la conversación. Te están llamando y es de mala educación no contestar cuando alguien te llama.
Es muy importante que establezcas una conexión y para ello resulta muy útil utilizar el nombre de la persona y su nombre de usuario. ¿Qué conseguimos de esta forma? Demostramos que somos nosotros, una persona, la que está detrás y no una máquina que automatiza los tweets. Personas para personas. También puede ser interesante personalizar el mensaje: si es lunes puedes dar ánimos para la semana (normalmente el lunes no es nuestro día favorito), si en cambio es viernes puedes desear un feliz fin de semana. No olvides que el mundo virtual es un reflejo del real y sólo tenemos que adaptar nuestras rutinas reales a esta nueva dimensión. Si haces que las personas se sientan especiales estarán contentos y un cliente contento es un cliente que vuelve y que habla bien de nosotros.
3.- Tiempo real. Con tantas herramientas a nuestro alcance para facilitarnos la vida puede resultar muy tentador pasarse al lado oscuro y automatizar todos los procesos. ¡ERROR! ¿Estamos hablando de personas o de robots? Personas, siempre las personas. Puedes automatizar tus publicaciones pero no tus interacciones, porque en ese caso no serás una persona. Serás una máquina, y una máquina no se relaciona, no transmite sentimientos y eso no ayuda a la hora de estrechar lazos con tu cliente. Utiliza las herramientas para hacer un seguimiento y planear las publicaciones de tus contenidos. Pero encárgate tú de las personas.
Hay algunas cosas que debes tener en cuenta cuando programes las publicaciones:
- No olvides incluir preguntas o comentarios en las publicaciones de contenidos para que la gente se anime a comentar.
- Separa en el tiempo tus publicaciones. Es muy molesto ver 10 o 15 tweets seguidos de una misma persona que además son idénticos a los que acabas de publicar un par de minutos antes.
En la vida real decimos que las relaciones son algo que hay que cuidar todos los días, y en las redes sociales pasa lo mismo:
- Dedica un rato cada día a conectar con los usuarios. Busca algo en sus perfiles que demuestre que te implicas. Si dedicas tiempo a la gente ellos se darán cuenta y te lo devolverán.
- Demuestra que hay una persona al otra lado del ordenador publicando en tiempo real.
- Sé educado: responde, da las gracias (por RTs, menciones o añadirte a una lista), menciona a la gente cuando compartas algo que es suyo.
4.- Listas. Las listas son las grandes desconocidas de Twitter. ¿Para qué sirven las listas? Resultan muy útiles para agrupar a la gente que sigues a través de distintos flujos de mensajes (streams), de esta forma en función de lo que estés buscando mirarás en una lista u otra y no dependes de las herramientas de búsqueda. Además, estarás otorgando reconocimiento a la gente al añadirles a una lista porque quiere decir que lo que dicen te interesa.
Twitter te permite crear hasta 20 listas. Ya sabes lo que tienes que hacer: aprovéchalas: bien por sectores o bien por contenidos. Ten en cuenta de que puedes hacer que una lista sea pública o privada. Esa elección depende de ti y de tus objetivos.
Vamos con el siguiente punto, aprovechar las listas del resto de usuarios:
- Utilízalas para analizar el mercado: comprueba qué listas sigue la competencia u otros negocios relacionados.
- Busca gente nueva a la que seguir a través de las listas de usuarios de tu nicho de mercado. Presta atención a las listas de los influencers y expertos.
- ¿Crees que tus productos pueden ser interesantes para alguien? Busca esas personas, síguelas y echa un ojo a sus listas.
¿Dónde está toda esta información? En la página de los usuarios busca la pestaña de “Listas”. Haz click y ahí te aparece las listas que ha hecho esa persona, a las que está suscrito y de las que es miembro. Para formar parte de una lista te tiene que añadir el creador de esa lista.
Las listas son geniales para clasificar usuarios. Úsalas para agrupar a los usuarios que te quieren en Twitter: bien porque te hacen RTs, porque te mencionan, porque te aportan un feedback positivo o porque te piden más. Esa lista será tu lista especial. Cuida a los usuarios que la forman, serán tus principales promotores. ¿Cómo puedes mimarlos? Apóyalos con menciones o proporcionales contenido que les puedan interesar.
5.- Chats. Un chat de Twitter reúne a un grupo de gente con intereses comunes en torno a un #hashtag determinado a un hora concreta. Estos chats suelen durar 1 hora y suele haber un moderador que se encarga de plantear preguntas para estimular el debate. Es importante utilizar el hashtag elegido para seguir toda la conversación. Aprovecha el chat para encontrar gente interesante a la que seguir, poner en tus listas y con los que interactuar: menciónales o hazles RTs. Cuanto más participes más relaciones establecerás.
El Equipo de SocialBlabla.com
Cómo se puede aplicar esto a un proyecto a nivel mundial a través de la red social Twitter?