La red social creada por Mark Zuckerberg acaba de anunciar que cuenta en todo el mundo con 15 millones de páginas de pequeñas y medianas empresas. Un 40% se crearon en 2012.
Sin embargo, y con sólo echar un vistazo, una gran parte de sus administradores no se ha leído el reglamento de Facebook sobre las páginas porque están incumpliendo muchas de las normas que allí aparecen. Otras, aunque no las incumplen, no aprovechan todo el potencial que tienen las páginas o no siguen determinadas reglas no escritas sobre su uso. Estos son algunos de los errores más frecuentes:
- Abrir un perfil en vez de una página si eres una empresa o negocio. Ya explicamos en un post anterior que Facebook lo penaliza con el cierre del perfil.
- Usar una imagen de portada contraria a las normas. Facebook también es muy contundente en este apartado.
En la imagen de portada no se pueden realizar llamadas a la acción como “10% de descuento”, “Descárgatelo de nuestra página web” o “hazte fan”. Tampoco se puede poner información de contacto como la dirección de un sitio web, una dirección postal o de correo electrónico o datos que deben incluirse en la sección de información de la página. Corregido. Facebook acaba de cambiar las reglas sobre las imágenes de portada. - Hacer concursos sin seguir las reglas de Facebook. No se deben usar las funciones ni las características de Facebook, por ejemplo el botón “Me gusta”, como mecanismos de votación para una promoción. Es decir, no se puede basar un concurso en la cantidad de ‘Me gusta’ que haga la gente. Tampoco se puede anunciar el ganador en el muro de Facebook. Os dejamos algunas normas sobre los concursos.
- Comprar fans. Está prohibido. No por nada, simplemente porque no funciona, no vale para nada y además os habéis gastado el dinero de forma innecesaria. Aquí queda bien explicado con un caso real.
- Realizar sólo autopromoción. A todos nos gusta nuestra empresa o negocio. ¿Pero le gusta a nuestra audiencia que sólo hablemos de nuestra empresa? A no ser que seamos Zara o Apple va a ser complicado. No hablemos constantemente de nuestros productos y servicios. Hay que dar un valor añadido a nuestros seguidores con otro tipo de contenidos.
- Usar la página sólo para vender. Las redes sociales no son un canal de venta, aunque sí ayudan a vender los productos y servicios. Las redes sociales son otra cosa.
- Escribir mucho texto en las actualizaciones. Es cierto que el límite en las actualizaciones es de 63.206 caracteres, pero no hay qué utilizarlo todo. Lo mejor son un par de frases que llamen la atención. Si tenéis mucho que decir, escribid un post en el blog y compartidlo en Facebook. ¿Que no tenéis un blog? Aquí os damos 10 razones por las que deberíais tenerlo.
- Publicar siempre el mismo tipo de contenido. Está bien publicar post –ya sean de nuestro blog o de otros– pero probad a postear fotos, videos, frases, preguntas… Vuestros seguidores os lo agradecerán.
- Realizar muchas actualizaciones. Si es malo escribir mucho texto en las actualizaciones, también lo es realizar muchas publicaciones el mismo día. Lo ideal son dos o, como mucho, tres.
- Realizar pocas actualizaciones. Tampoco hay que pasarse y publicar una actualización cada 15 días. Da una sensación de abandono de la página y es seguro que no conseguiréis muchos fans.
- Olvidar eliminar los enlaces. Cuando queremos publicar un post pegamos el enlace en la caja de texto, pero aún hay muchas páginas que no borran ese enlace. No cuesta nada hacerlo.
- Publicar sin descripciones. Si queda muy feo no eliminar los enlaces, también lo es publicar los artículos sin poner nada en la caja de texto. Como dijimos antes, con un par de frases es suficiente.
- Publicar contenidos repetidos. No es aconsejable repetir los contenidos que publicamos en nuestra página de Facebook. En Twitter, por ejemplo, no está tan mal visto, pero en Facebook, a no ser que sea una revisión, evitad publicar contenidos que ya hayáis compartido con anterioridad.
- No responder a las preguntas de los seguidores. Decíamos más arriba que las redes sociales no son para vender, son para otra cosa. Pues son para esto: para mantener una comunicación bidireccional con nuestros seguidores y/o clientes. Si no respondéis a vuestros fans para qué estáis en las redes sociales.
- Responder a los seguidores muy tarde. Nada que añadir.
- Borrar los comentarios negativos. Es una acción que nunca trae nada bueno. Sino que se lo digan a Nestle que aún se está arrepintiendo.
- No personalizar el enlace de la página. A partir de los 25 me gusta podéis personalizar la dirección de vuestra página de Facebook para que desaparezcan esos feos números que salen en la barra de dirección. Si tenéis más de 25 fans y aún no lo habéis hecho visitad https://www.facebook.com/username
- No completar la información de contacto. Es fundamental rellenar toda la información que nos pide Facebook. Sobre todo porque la van a ver nuestros fans y/o clientes y es donde aparecen todos los datos de nuestra empresa.
- Enlazar la página de Facebook con vuestra web. En el apartado de información es aconsejable poner la dirección de vuestra página web. Es una buena forma de conseguir más visitas.
- Olvidar promocionar la página. Si no publicitáis vuestra página de Facebook nadie va a saber que existe. Enlazad vuestra web con vuestras diferentes redes sociales y también incluidlas en vuestros correos, publicidad, tarjetas, papelería…
- Publicar automáticamente los tuits en la página de Facebook. Hay muchas herramientas que lo hacen, pero no es aconsejable. La audiencia, las normas, los tiempos, el ritmo… en Twitter y en Facebook son diferentes. Y lo que vale para una red social no vale para otra.
- No nombrar a otro administrador. Sólo los administradores tienen acceso a las páginas y la gran mayoría lo hace a través de su perfil personal. ¿Qué sucedería si Facebook cierra vuestro perfil personal? Que os quedáis sin acceder también a vuestra página. Por eso lo recomendable es nombrar otro administrador que conozcáis. Vale con que sea vuestra madre, vuestro padre o vuestros hijos. Eso sí. Decidles que no anden curioseando en la página.
Vía: A Tres