No, no me gustan nada los políticos. Sus tretas, mentiras y corruptelas asquean a todos. Pero es que ya ni se cansan en disimular.
El otro día me sorprendía que Luis Fernández del Campo, del partido Ciutadans, hiciera RT en Twitter de una cuenta troll donde publicaban mi domicilio.
Mi reacción fue preguntarle por email, exactamente con estas palabras: ¿te parece medio normal ayudar a difundir mi domicilio?
Al día siguiente, el troll publicó este tuit:
¿Casualidad? ¿Paranoia? ¿Es el troll o colabora con un delincuente?. Da igual. Los políticos me asquean.
Actualización: La cuenta troll persigue y atosiga a mis alumnos. Curiosamente, sin venir a cuento ni citarle, Luis Fernández del Campo se mete en la conversación. Una de dos: cualquiera diría que monitoriza mi nombre para poder insultarme, o está pendiente para apoyar la cuenta troll. Sea cual sea la razón, los políticos siguen dándome asco.